domingo, 12 de septiembre de 2010

Karaoke


Después de una relajante ducha, me puse una blusa con los hombros al aire, zapatos de tacón, me maquille los labios, doble ración extra de rímel, melena al viento y rumbo a la city.

Las calles estaban a rebosar de gente, daba la impresión que todos los transeúntes quisiesen alargar irremediablemente el verano y el tiempo la verdad es que hacía gala de ello.

Nos acomodamos en elegantes y suaves butacas. Nos dejamos fluir para olvidarnos por un tiempo de cualquier cosa que no fuese lo que allí aconteció.

Cuando la obra arrancó y preguntaron quien había ido alguna vez a un Karaoke, nos quedamos callados y mirando hacia atrás, apenas unas pocas personas alzaron la mano.

Enseguida sacaron a cantar a dos chicas, yo pensé, como me saquen me da algo!!

La obra estuvo bien. Reconocer el enorme papel que hicieron los actores y el que para mí fue un total descubrimiento, Juanjo Artero (el rubio de Verano Azul).
La vida de cuatro personas con caracteres muy diferentes en un Karaoke.
Seguro que cada uno nos identificamos con alguno de ellos.
Contando lo que es la vida, para resumirla después con canciones que todos conocemos y como anillo al dedo encajando en cada estado de la obra en sí. Nos hicieron sentir demasiadas cosas, aunque cabria destacar las risas que soltamos.

De allí tomamos rumbo a la parte vieja para degustar unos sabrosos pintxos.

Paseando se me antojo un helado artesano. Además del calor que hacía, es que todo el mundo iba con uno en la mano!!
La elección fue tarta de queso y limón. Lo compartí gustosamente con mi chico.

Un paseo por la Concha nos trajo verdaderos recuerdos y muy importantes para nosotros. Qué así solos y de la mano, hacia mucho que no disfrutábamos. La ciudad estaba preciosa y la iluminación nos enamoró.

Una noche para volver a repetir, disfrutar y sobre todo para darnos cuenta que debemos dedicarnos más tiempo.

Un paseo matinal y una tarde de cine en familia ha sido para mí, sin duda un fin de semana perfecto.

Besitos "Teatreros".
May.